Las fiestas y sus relacion con los intestinos + anecdota

Hola migos

Ante todo Feliz Navidad a todos, como ya os comente este blog esta creado para poder despacharme a gusto y por eso no escatimo en utilizar palabras llanas para que las entienda todo el mundo, dicho esto, comentaros que esta entrada va a ser un poco escatológica, así que abstenerse de leer la gente de estomago fino.(ya se que lo leeréis todos aunque estéis avisados, porque la mente humana es curiosa por naturaleza y cuando se le dice que alguna cosa no se puede hacer o no se puede mirar, es lo primero que hacemos)

AVISADOS ESTÁIS.

Son aproximadamente las 21:30 del día 25 de diciembre de 2012, acabo de salir del vater porque el acumule de comida entre ayer y hoy ha sido mas de lo que mis intestinos podían contener, tiemblo porque todavía queda San Esteban, Fin de año, el primero de año y Reyes.

Es posible que para Reyes haya necesitado una colonoscopia para purgar mi cuerpo de tantos excesos.
Como os decía he salido del vater dejando tras de mi algo que bien podría ser mi hijo por el tamaño y el cariño que lo he depositado en la taza, creo que podría haberle puesto nombre.

Saliendo del Vater me he dado cuenta que unos de los momentos mas agradecidos de nuestra vida son los que nos cuestan trabajo de hacer o cuando estamos al limite del aguante y aparece en este caso el vater ansiado.
Sea como fuere, cuando hace rato que te estas meando o cagando y piensas (iluso) "me espero a llegar a casa" ¡¡¡ ERROR¡¡¡, no deberías esperarte a llegar a casa, vas a estar sufriendo tu y tu vejiga o tus intestinos.
Porque lo hacemos? no lo se, pero parece que nos gusta ese sentimiento de satisfacción cuando por fin descargas en el vater, en el caso de mear a los hombres nos produce un escalofrío en el cogote cuando estamos terminando, en el caso de las mujeres no lo se, y en el caso de vaciar intestino, es una sensacion de   alivio por vaciado rápido.

He de reconocer que las situaciones en las que te viene un apretón son muy embarazosas, yo mismo he tenido alguna de ellas en mi vida y cuando lo cuentas es de risa, pero cuando lo sufres MATARIAS.

Recuerdo cuando era joven (mas joven que ahora) en edad casadera, todavia vivia con mis padres, antes de todo comentaros que soy una persona creo que normal y voy al vater a cagar cuando tengo ganas, no soy como esa gente que sistematicamente va a cagar a la misma hora todos los días, lo cual me alucina, gente que se levanta por la mañana a las siete (por ejemplo) y cada día planta una estaca a esa hora por decreto, yo voy mas por libre, voy cuando tengo ganas, eso a veces provoca que a veces cuando tenga ganas no este en casa, que es el lugar por excelencia donde a la gente nos gusta realizar nuestras tareas intestinales, es donde se esta mas a gusto (pa que negarlo), tranquilito en casa con tu periodico, tu revista, tu smatphone, tu bote de gel que ya tea has leído los ingredientes mil veces, (¿porque tenemos que llevarnos algo para hacer al vater?, es otra pregunta que me acucia), sin embargo yo cuando voy al vater voy a cagar y punto, entro-suelto-salgo (5 minutos máximo).
Pues bien como os decía, en mi época casadera, todavía viviendo de mis padres, tuve una temporada extraña, no iba con regularidad al cagadero, es mas, estuve mas de una semana y media sin ir, al final me empecé a preocupar y le comente a mi madre, ya sabéis que las madres lo saben todo.
Mi madre ya mayorcita ella en esa edad donde la gente mayor tiene sus achaques y esa sabiduría de la edad y las pastillas (la gente de la tercera edad por sus conocimientos en el tema de pastis, haría temblar al mejor camello, es increible lo que saben los yayos de pastillas), me comento que había una solución en forma de bolsitas de infusiones llamadas Manasul (si tenéis problemas ir al medico, no hagáis esto en casa), ni corto ni perezoso fui a la farmacia y me compre dichas infusiones.
En el prospecto ponía que debías tomar una por la mañana en ayunas y otra antes de irte a acostar, el resto seria coser y cantar (LOS COJONES).
Hasta aquí todo perfecto, empecé con las dosis un día, no pasa nada, segundo día, no pasa nada, tercer día, no pasa nada, cuarto día (me empiezo a preocupar), no pasa nada, y llego el quinto día (No tenia que haber llegado este día), por la mañana tranquilidad, estaba en el trabajo tan tranquilo, después de comer empezó todo, a las 6 de la tarde sentí el primer apretoncillo, fui al lavabo e hice una pequeña descarga.
Volví a mi puesto de trabajo y pensé, que bien parece que esto funciona (ERROR), salí del trabajo a las 7 de la tarde, llegue a casa de mis padres (mi casa en ese momento),¡¡¡¡ menos mal¡¡¡¡  porque aquí empezó todo, a eso de las ocho de la tarde empezo a dolerme el estomago, los intestinos y el cuerpo entero, fui al vater y me vacié por completo, creí que había acabado, pero el maldito Manasul no había hecj¡ho mas que empezar a dar sus frutos (nunca mejor dicho), a los 10 minutos tercera oleada, estaba descompuesto, desencajado, a los 10 minutos otra oleada, así hasta 8 o 9 veces creo, tenia el culo como la bandera de Japón, creía que me iba a dar la vuelta a mi mismo, no podía mas, llego un momento de calma y le dije a mi madre (que ya estaba preocupada para entonces) que me iba a acostar a ver si me relajaba un poco, como pude accedí a mi cama y me quede inmóvil como la momia de Tutankamon, al menor movimiento de un músculo, aunque fueran las orejas, me provocaba un apretón y  la consiguiente carrera al vater, al final creo que fue por el cansancio o por la perdida de líquidos, creo que me desmaye, y no me levante hasta el día siguiente, eso si creo que había perdido unos cuantos kilos.

Moraleja: No te creas a la gente mayor, si tienes un problema ves al medico y no te aguantes los pedos, pueden jugarte una mala pasada.

Hasta pronto